Crean nuevo método para producción de pigmentos a partir de residuos vegetales en Londres

Una estudiante del curso de Máster en Ingeniería de Diseño de Innovación, ofrecido conjuntamente por el Imperial College de Londres y el Royal College of Art, Nicole Stjernswärd, está utilizando desechos de plantas para crear pigmentos en polvo naturales que pueden usarse para pinturas, tintas o textiles. Ella ha inventado Kaiku, un sistema que convierte las plantas en pigmentos de pintura en polvo utilizando tecnología de vaporización.

 

INTERNACIONAL | Londres, Inglaterra | 7 de octubre de 2019

 

Muchas plantas y frutas que se comen todos los días, como los aguacates, las cebollas y las granadas, tienen colores valiosos en sus pieles y cáscaras. Normalmente, estos se dejan pudrir en los vertederos, pero Kaiku transforma estos desechos en un recurso de alto valor.
La máquina de fabricación de color de Kaiku convierte los tintes de plantas en pigmentos pintables, lo que permite al usuario crear colores personalizados y tener un control total sobre la fuente de los colores. Los tintes vegetales se agregan a los depósitos de la máquina y luego se vaporizan en polvos secos. Este proceso lleva minutos y produce pigmentos que se pueden usar para pinturas, tintas y textiles de artistas tradicionales.

Dependiendo de cómo se cuide, el color natural de la planta puede desvanecerse en solo unos meses, por lo que es perfecto para los artículos utilizados por un corto tiempo. Los artículos necesarios por más tiempo se pueden volver a teñir o volver a colorear según sea necesario. Cada lote de pigmento natural es único y está sujeto a las condiciones de crecimiento de las plantas crudas utilizadas, por ejemplo, un lote de pigmento de aguacate diferirá ligeramente de otro. Esto permite que los productos producidos en masa se sientan más artesanales y únicos y hace que las aplicaciones sean numerosas.

La inspiración de Nicole para el proyecto comenzó con las pinturas al óleo, que solían fabricarse de manera más natural, pero ahora están hechas principalmente de materiales y productos químicos derivados sintéticamente. Luego conoció a diseñadores textiles, que hablaron sobre el deseo de usar tintes más naturales, pero descubrió que estos deben usarse rápidamente a medida que se enmohecen. La estudiante dice que su sistema es más fácil de usar y tiene una mejor vida útil. Ella dijo: “El proyecto utiliza conocimientos antiguos y existentes que la gente podría haber olvidado, incorporando nuevas tecnologías”.

Estudiar tanto en el Imperial College London como en el Royal College of Art le permitió a Nicole acceder a especialistas en el campo y expertos en ambos lados. “Realmente me gustó trabajar con diferentes disciplinas, y estoy explorando cómo puedo continuar haciendo esto después de graduarme”, dijo.  Espera que su proceso práctico despierte interés en el público y los aliente a preocuparse por los productos que compran y de dónde provienen.

 

Fuente: Imperial College de Londres