“Nuestro objetivo en CEPRARA es elevar el nivel de los servicios que ofrecemos”

Fundada en 1904, la Cámara de Empresarios Pintores y Restauraciones Afines de la República Argentina (CEPRARA), es la más antigua dentro de la actividad de la construcción. Con casi 200 socios, esta asociación civil de carácter empresarial, representa a empresarios aplicadores de pintura, de mantenimiento civil edilicio, pymes de la construcción, y de la restauración arquitectónica. Dialogamos con su presidente Antoni Tucci, la gerente Ing. María Eugenia Alfonso y algunos integrantes de la comisión directiva: Patricio Kaplun -Vicepresidente 1º-, Arq. Eduardo Rizzo -Secretario-, el Arq. Miguel Ángel Mariño -Tesorero-, quienes nos contaron sobre el trabajo que están realizando para sus socios y el sector.

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¿Cómo observa la evolución del sector en cuanto a las condiciones de trabajo y los aspectos de seguridad e higiene?

Patricio Kaplun: Las condiciones de trabajo han cambiado mucho para mejor, en primer lugar hay mucha tendencia a inscribir al personal y en segundo lugar en facturar todo. El sector se fue profesionalizando y tenemos mayor exigencia desde la Superintendencia de Riesgo de Trabajo, la ART y el comitente. Los aspectos de seguridad e higiene son más exigentes en lo que respecta a la obligación del uso de arneses, cascos, botines con puntas de acero, protección de las manos y los ojos, por ejemplo. Se toman todo tipo de precauciones para el trabajo en altura.

¿El compromiso con el medio ambiente también se incorporó a la actividad?

Arq. Eduardo Rizzo: Yo creo que el mayor aporte en cuanto al medio ambiente lo han hecho las fábricas que desarrollaron los esmaltes sintéticos acuosos por los que cada vez se utilizan menos solventes. Pero, asimismo, aún los esmaltes sintéticos de base solvente siguen siendo los más utilizados. Una ventaja que tienen los productos de base acuosa, por ejemplo en esmaltes, es que no se amarillean. Si pintamos una puerta que no le da el sol con un esmalte sintético blanco se pone amarillo, con el de base acuosa eso no ocurre. Otra ventaja de los de base acuosa es que al no utilizar aguarrás como diluyente, no afectan el sistema respiratorio de quien lo está colocando. Por otro lado, el esmalte sintético de base solvente nivela mejor. El consumidor todavía no tiene el conocimiento de estas diferencias para poder elegir uno u otro; es decir que, en la actualidad, la elección no está dada tanto por el cuidado del medio ambiente sino por las prestaciones que tiene cada material y muchas veces elige solo por costos.

¿Cómo funciona la Escuela de Formación?

Ing. María Eugenia Alfonso: Enseñamos el oficio de Pintor Hogar y Obra, son cuatro cuatrimestres en los que se conocen los productos, herramientas y las principales patologías con las que se encuentra un pintor al comenzar su trabajo; trabajan sobre placas de madera o paredes aplicando los productos, y conocen las primeras técnicas decorativas; luego se les enseña a hacer cálculos de costo, presupuestos, organización del trabajo, la teoría del color, las buenas conductas de un pintor, entre otros. Durante muchos años tuvimos una gran cantidad de mujeres que ya están trabajando como pintoras o han formado una pequeña empresa de pintura, hoy ya no son tantas y recibimos más cantidad de hombres. Desde 2009 llevamos 460 personas capacitadas en la categoría ayudante que les permite insertarse rápidamente en el mercado.

¿Qué cosas tiene que tener en cuenta hoy un profesional de la pintura?

Ing. María Eugenia Alfonso: Hace unos años hacíamos hincapié en técnicas decorativas, pero a medida que fueron surgiendo los revestimientos fuimos incorporando la práctica de colocación de estos productos.

¿Hubo un avance de los revestimientos plásticos por sobre la pintura?

Antonio Tucci: Ganó mucho mercado ahora, antes no se usaban. Tiene varias ventajas ya que dura más, es un trabajo más rústico y requiere menos preparación, es más sencillo de aplicar que la pintura. Pero van a seguir coexistiendo los dos.

Arq. Eduardo Rizzo: lo que yo pienso es que, como normalmente se usan para exteriores, no van a matar a la pintura.

¿Qué es el Centro de Información Técnica?

Patricio Kaplun: Es un equipo interdisciplinario conformado por ingenieros, arquitectos y profesionales cuyo objetivo es prestar un servicio de atención al público en general, en todo lo referido a vicios y patologías de la construcción. Atendemos todo tipo de consultas de profesionales, administradores de Consorcios y propietarios, desde rajaduras en medianeras hasta edificios patrimoniales.

¿Qué trabajos de restauración realizan?

Antonio Tucci: En estos momentos estamos asesorando para restaurar el ex Patronato de la Infancia y nos están consultando para poner en valor la Torre de los Ingleses y realizar el mantenimiento del Cabildo. Siempre recibimos consultas de particulares, consorcios, instituciones o el Gobierno de la Ciudad. Además, cada cuatro años hacemos el mantenimiento del Obelisco, para lo cual donamos pintura y mano de obra.

¿La implementación de la Ley 257 benefició al sector?

Patricio Kaplun: Esta Ley, que obliga al propietario de una fachada a tener un certificado de que está en condiciones, ha ayudado al buen mantenimiento de los edificios porque había muchos en muy mal estado. Tiene 12 años y a partir de su resolución recibimos más consultas en esos temas.

Arq. Eduardo Rizzo: Desde la Cámara vimos que hay un vacío legal importante producido por los plazos que esta Ley da para realizar trabajos. Cuando el informe técnico es negativo, la Ley dice que el propietario tiene 6 meses para hacer los trabajos con una prórroga de 6 meses más. El problema es que la mayoría de las veces se prolonga y nosotros nos preguntamos qué pasa si dentro de ese tiempo se produce un desprendimiento de balcón y lastima a un peatón, ¿quién es el responsable? Con el proyecto de Ley proponemos que en aquellos edificios cuyo informe sea negativo, sea obligatorio instalar una bandeja de protección de forma automática hasta que realicen los trabajos pendientes.

¿Qué otros proyectos están presentando al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires?

Arq. Eduardo Rizzo: Pedimos la Reglamentación de las bandejas de protección que se colocan en las veredas al hacer trabajos de altura en mantenimiento o repintado. Al no estar reglamentadas se arman de cualquier forma e incluso en algunos frentes los silleteros trabajan sin estas bandejas de protección. El proyecto indica cuáles son las condiciones mínimas para armar en forma segura y exige que se usen obligatoriamente en todas las obras, no solo en las nuevas. Por otra parte, presentamos el proyecto de colocar carteles de obra para trabajos de repintado que indiquen número de aviso de obra, cuál es la ART, quién es el ingeniero en Higiene y Seguridad, la empresa de seguro de Vida, número de IERIC de la empresa que hace el trabajo.

¿Cómo garantizan hoy la seriedad de las empresas desde Ceprara?

Arq. Eduardo Rizzo: Tenemos desde hace ocho años un proyecto de certificación de empresas de pinturas que lo estamos llevando adelante para socios de la Cámara. Las empresas que quieran tenerlo deben presentar una serie de requisitos para demostrar que están inscriptas en IERIC, que toman personal en blanco, tienen ART y los seguros correspondientes, entre otros. Se hace bajo normas ISO 9001/2015 que son de gestión para la Cámara. El objetivo es elevar el nivel de las empresas y los servicios que ofrecen. Esperamos que esto sea una ley al menos para la Ciudad de Buenos Aires, para lo cual venimos teniendo reuniones con algunos legisladores y el poder ejecutivo. Es un beneficio ya que las empresas certificadas podrían ser requeridas en los pliegos de licitación.

¿Cuál es la postura de la Cámara respecto del Proyecto de Reforma Laboral?

Patricio Kaplun: Creo que en este momento tiene que favorecer al empleador. Lo que deberían hacer sería modificar el sistema de Monotributo que es una competencia desleal con respecto a nosotros en cuanto al pago de impuestos, lo cual nos implica más gastos y menos ganancias.

¿Cómo impacta la subida del dólar al mercado de la construcción en general?

Antonio Tucci: Disminuyó la demanda de trabajo en general y, en los casos donde esto no ocurrió, lo que bajó fue la utilidad. Hoy el inversor tiene mucha incertidumbre y eso también frena el trabajo, por otro lado la gente no quiere tomar crédito. Los mayores problemas que tenemos es que el costo de la mano de obra quedó relegado respecto del costo de los materiales.