Investigadores argentinos buscan solucionar el problema de los millones de pilas desechadas cada año y la proliferación de hongos en paredes debido a la humedad.
30 de junio de 2024
En la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina, se investiga la utilización de residuos de pilas para crear nuevos materiales con potenciales aplicaciones como componentes antimicrobianos para pinturas. Además de desarrollar un producto innovador y de interés para la salud, se busca contribuir al cierre del ciclo de vida de las pilas en desuso.
Cada año se consumen miles de toneladas de pilas en Argentina, y el problema ambiental generado por su eliminación final sigue sin resolverse. En este contexto, la recuperación de materiales como zinc y manganeso de las pilas agotadas presenta un interesante potencial social, económico y ambiental.
Un grupo de científicos trabaja en la recuperación de materiales de pilas en desuso que exhiban propiedades antimicrobianas. En particular, han diseñado nuevos compuestos a base de zinc que podrían utilizarse en pinturas para entornos donde la higiene es fundamental, como hospitales, cocinas y sanitarios.
El grupo de investigadores busca combinar los usos biocidas y tecnológicos del zinc. Recuperando el Zn a partir de pilas alcalinas agotadas, su objetivo es generar nuevos materiales que puedan aplicarse como aditivos antimicrobianos para pinturas. De esta manera, otorgan una importante valorización a los residuos en un enfoque conocido como “Economía Circular”.
Aunque el zinc no es tan costoso como materiales como el platino o el oro, su valor es de aproximadamente 3,000 dólares por tonelada, siendo diez veces más caro que el hierro. El óxido de zinc tiene propiedades antifúngicas, antibacterianas y antivirales, y se considera no tóxico para las células humanas. Ha sido utilizado desde la antigüedad en ungüentos medicinales y, actualmente, se emplea en cremas antisépticas y champús anticaspa. Además, tiene importantes aplicaciones tecnológicas como aditivo en diversos materiales y productos. Por ejemplo, el “blanco de zinc” se usa en el mundo del arte como pigmento para pinturas, tanto para obtener un blanco inalterable como de base para otros colores.

Desde el punto de vista científico, el zinc, en forma de óxido de zinc (ZnO), es un compuesto de gran interés. María Victoria Gallegos, química e investigadora del Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas (Cindeca), explica: “presenta propiedades estructurales y texturales que lo convierten en un material fascinante para diversas aplicaciones, como electrónicas, fotónicas y acústicas. Estas aplicaciones dependen directamente de los métodos de síntesis utilizados, tales como sol-gel, microemulsiones y precipitación” .
La actividad antimicrobiana de los compuestos de zinc desarrollados por el equipo se evaluó mediante el crecimiento de microorganismos del cepario del Área de Recubrimientos Antimicrobianos del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnologías de Pinturas (CIDEPINT), incluyendo Aspergillus fumigatus, Chaetomium globosum, Penicillum commune, Escherichia coli y Staphylococcus aureus. En cuanto a las potencialidades antimicrobianas, los dos compuestos sólidos mostraron actividad antimicrobiana positiva frente a hongos y bacterias.4o

La Dra. Natalia Belloti, biotecnóloga e investigadora del CIDEPINT, explica las ventajas que representa el desarrollo de pinturas microbianas obtenidas a partir de los materiales de zinc: “Las pinturas antimicrobianas producidas en la Argentina contienen generalmente biocidas orgánicos, como los derivados de isotiazolinonas y carbamatos, que tienen la desventaja de disminuir su eficiencia antimicrobiana con el tiempo. Por otro lado, los biocidas orgánicos están siendo cuestionados por su toxicidad y el impacto ambiental que generan“. A partir del zinc, gracias al proceso desarrollado por los investigadores de la UNLP podrían obtenerse pinturas con efectos más durables y más amigables con el ambiente.
Fuente: Zona de Pinturas