El 2 de abril de 2025, la emblemática marca argentina de pinturas Alba celebró su centenario, consolidando un legado que comenzó en 1925 en el barrio porteño de Pompeya. Fundada por el grupo Bunge & Born, Alba se convirtió en la primera fábrica de pinturas de Sudamérica y ha sido pionera en la industria durante un siglo.
23 de mayo de 2025
Alba dio inicio a los festejos por su 100° aniversario con una gran celebración en la planta de AkzoNobel en Garín, provincia de Buenos Aires. Más de 350 colaboradores participaron de una experiencia única que no solo honró el legado histórico de la marca, sino que también fortaleció el sentido de pertenencia y reafirmó el compromiso de construir un futuro con propósito.


En el marco de este evento, se inauguró además la nueva Academia AkzoNobel, marcando un nuevo capítulo en su historia. Este nuevo centro de aprendizaje es un espacio donde clientes, pintores, arquitectos y decoradores podrán recibir entrenamientos técnicos, participar en lanzamientos y vivir experiencias inspiradoras que consolidan el compromiso de AkzoNobel con la innovación, la calidad y la comunidad.

La apertura coincidió también con la Convención Nacional anual de Ventas y Marketing del negocio de Pinturas Decorativas, bajo el lema #PasiónPorSerUno, donde equipos y marcas se reunieron para compartir lanzamientos, estrategias y reconocimientos con la mirada puesta en un futuro lleno de innovación y trabajo en equipo.
La jornada contó también con una emotiva puesta en escena: actores vestidos como canillitas de 1925, año fundacional de Alba, repartieron ejemplares del diario La Nación con la noticia de la apertura de la primera fábrica de pinturas de Sudamérica, junto con galletas decoradas con el logo del centenario, sorprendiendo y alegrando a los presentes.

De una pequeña fábrica a líder regional
Alba inició sus operaciones en un local de 1.450 m² con solo 13 empleados. A lo largo de los años, la empresa expandió su producción y diversificó su oferta, incluyendo esmaltes, barnices, pinturas industriales y productos artísticos. En la década de 1960, abrió una nueva planta en Garín para satisfacer la creciente demanda.
Actualmente, Alba cuenta con más de 60.000 m² de instalaciones industriales y una red de distribución que abarca todo el país. Su catálogo incluye más de 1.400 productos, desde pinturas arquitectónicas hasta materiales escolares y artísticos.
De Bunge & Born a AkzoNobel: la evolución de Alba

En 1996, Bunge & Born decidió retirarse del negocio de pinturas y vendió sus operaciones en Argentina, Brasil y Uruguay a la empresa británica Imperial Chemical Industries (ICI). Esta transacción incluyó marcas como Alba, Coral (Brasil) e Inca (Uruguay).
Posteriormente, en 2008, AkzoNobel adquirió ICI, integrando así las marcas de pinturas decorativas de ICI, incluyendo Alba, a su portafolio global. Desde entonces, Alba forma parte de la Unidad de Negocios de Pinturas Decorativas de AkzoNobel.
Compromiso con el arte y la comunidad
Más allá de su éxito comercial, Alba ha demostrado un fuerte compromiso con la cultura, la sostenibilidad y el desarrollo comunitario. A través del programa “Vení al Color“, impulsado por AkzoNobel, la empresa ha llevado adelante intervenciones urbanas que buscan transformar espacios públicos mediante el arte y el color, promoviendo la inclusión social y la identidad barrial. Un ejemplo destacado de esta iniciativa es su participación en el Abasto Barrio Cultural en Buenos Aires, donde colaboraron en la creación de murales que revalorizan el patrimonio local y fomentan el sentido de pertenencia. Estas acciones no solo embellecen la ciudad, sino que también fortalecen el vínculo entre la marca y las comunidades, posicionando a Alba como un actor relevante en el tejido social y cultural argentino.
Un legado que perdura
A lo largo de 100 años, Alba ha sido testigo y protagonista de la evolución de la industria de pinturas en Argentina. Desde sus humildes comienzos hasta convertirse en líder del mercado, la marca ha mantenido su compromiso con la calidad, la innovación y el apoyo a la cultura local.
Fuente: AkzoNobel