Desarrollan equipo portátil para anticipar la efectividad de pinturas y barnices

A través de una gota de agua en contacto con un sólido se podrá determinar su capacidad de mojado (humectación) mediante una aplicación móvil.

 

Técnicos del INTI diseñaron un software y un dispositivo que sirve para medir cómo se comportará un determinado líquido al tomar contacto con una superficie. El nuevo sistema es clave para la industria, tanto por su bajo costo como por la posibilidad de anticipar cómo será la interacción de un determinado líquido sobre un material.
Asegurar la calidad del proceso de mojado o humectación es clave para la industria y puede ser determinante para algunos productos.

“Para medirlo elegimos un método que se conoce como ángulo de contacto, que determina este valor a partir de la figura que forma una gota sobre un material a estudiar. Para realizar el ensayo desarrollamos un dispositivo y una innovadora aplicación móvil”, explica Diego Menéndez, del Centro de Procesos Superficiales del INTI.

El equipo cuenta con portapipetas, una platina -superficie plana donde se coloca el líquido a analizar-, un sistema de iluminación para generar mayor contraste y definición en la gota, y un soporte ajustable para colocar cualquier dispositivo móvil y moverlo en todas las direcciones. “Para desarrollar el prototipo en un tiempo breve y a un bajo costo, realizamos la mayoría de las piezas con impresión 3D y también utilizamos chapa de acero cortada por chorro de agua (con un equipo WaterJet)”, explica Walter Reiner, del Laboratorio de Materialización del Centro de Diseño Industrial del INTI.

¿Cómo funciona?

Para realizar la medición se coloca el líquido en la micropipeta, se aplica una gota sobre una superficie, se enciende la luminaria y se toma una foto con un celular. Luego se estudia la imagen a través de una aplicación móvil, que aprovecha las ventajas de portabilidad y accesibilidad brindadas por esta tecnología. Cuanto menor es el ángulo de contacto que forma la gota, mayor es su capacidad de mojado.

“Esta tecnología nos permitirá determinar en forma sencilla si los recubrimientos que fabricamos -desde barnices hasta lacas y esmaltes- permiten mojar correctamente envases de hojalata, condición clave para que el metal no sufra corrosión. Son varios y diversos los factores que influyen en este proceso, pero uno de los determinantes es la diferencia entre la energía superficial de la hojalata y la tensión superficial del recubrimiento”, explica Rodolfo Raupach, asesor técnico de la empresa Grafex.

Menor costo

El nuevo sistema es ideal para producciones con presupuestos limitados, porque tiene un costo significativamente inferior al de los equipos importados que se consiguen en el mercado local. Es único en su tipo porque combina el dispositivo con el software, lo que permitió registrarlo como “modelo de utilidad” en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI).

Uno de los prototipos se utilizará en la empresa que fabrica recubrimientos y tintas para envases metálicos, y otro se está probando en diferentes Centros del INTI para realizar los ajustes correspondientes. “El potencial de esta tecnología es muy grande porque es económica y se puede utilizar para distintas superficies”, anticipa Menéndez.

Fuente: INTI