El efecto “flop” en pintura y cómo minimizarlo

Este efecto se produce al observar una pieza reparada desde diferentes planos de visión, sobre todo en colores especiales que contienen pigmentos metálicos, perlados o xiláricos. Utilizar un aditivo y una correcta técnica de aplicación de la pintura son los consejos para combatirlo.


4 de marzo de 2022

Este efecto se produce al observar una pieza reparada desde diferentes planos de visión (frontal, lateral, horizontal, etc), sobre todo en colores especiales que contienen pigmentos metálicos, perlados o xiláricos, entre otros. Cuando se observa el acabado frontalmente parecerá más claro que cuando se ve desde un ángulo de mayor visión.

Estos colores están compuestos por pequeñas partículas metálicas que presentan diferentes formas (irregulares, lenticulares) o tamaños (aluminios gruesos, medios o finos). Los colores más complejos presentan hasta un 70-80% de partículas de aluminio en su formulación. La dificultad de reproducir el color depende del acabado y la tonalidad.


Los metalizados acusan más el ángulo de incidencia de la luz

La deposición, orientación y tamaño de estas partículas incluidas en la fórmula de color determinará el efecto obtenido, pudiéndose encontrar diferencias en la percepción del brillo (variación claro-oscuro) y/o color de la pieza reparada.


Cómo minimizar el efecto flop durante el repintado

Un buena práctica para reducir este efecto durante los trabajos de repintado en el taller consistirá en utilizar un aditivo especialmente diseñado para tal fin.

Mediante el uso de este aditivo, el profesional contará con una herramienta que le facilitará la obtención de una correcta colorimetría en el taller y un incremento de la rentabilidad de la reparación, al reducir las posibilidades de tener que repetir el trabajo realizado.

Otra buena práctica complementaria es llevar a cabo una correcta técnica y modo de aplicación de colores especiales y sus partículas metálicas. Para ello, será necesario orientar y depositar las partículas de aluminio de forma regular y homogénea sobre toda la superficie, con un plano de aplicación respecto a la pieza que sea uniforme, intentando evitar cambios de dirección durante la aplicación. 


Cuidado con la incorrecta orientación de los pigmentos

La incorrecta orientación de los pigmentos metálicos puede dar lugar también a diferentes defectos de pintado como ráfagas o sombras en la pintura.

Del mismo modo, una aplicación excesivamente húmeda o excesivamente seca podría provocar una mayor variación del color y brillo, al dificultar la uniforme deposición de las partículas sobre la superficie.


Fuente: infotaller.tv